—No lo intente —de pronto, la voz de una mujer se escucha.
—¿Por qué no? —cuestiona, desafiante— Usted tiene el deber de dejarme salir del sueño.
—Por mí, puede irse, adelante. No necesito compañía realmente. Pero no intente buscarme, por favor…
—No lo intente —de pronto, la voz de una mujer se escucha.
—¿Por qué no? —cuestiona, desafiante— Usted tiene el deber de dejarme salir del sueño.
—Por mí, puede irse, adelante. No necesito compañía realmente. Pero no intente buscarme, por favor…
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