RECUPERAR

—No, no, ¡esto no está pasando! ¡no aquí! —corriendo en la oscuridad directo a su habitación.
Se detiene antes de entrar, escucha las cuerdas de su guitarra sonar, erizando terriblemente su piel.
—¿Elena? —pregunta mientras escudriña la densa oscuridad.

UN ENCUENTRO SOÑADO

—No lo intente —de pronto, la voz de una mujer se escucha.

—¿Por qué no? —cuestiona, desafiante— Usted tiene el deber de dejarme salir del sueño.

—Por mí, puede irse, adelante. No necesito compañía realmente. Pero no intente buscarme, por favor…